domingo, 25 de septiembre de 2016

Una década después del debut del A380, su futuro está en el aire.


Desde que comenzara a surcar los cielos en el año 2007, el Airbus A380 ha demostrado que viajar con glamour es posible, más aún a bordo de uno de estos superjumbos. Sus cabinas de primera clase cuentan con duchas privadas y sillones de un suave y mullido cuero, y los camareros preparan excelentes combinados que degustar en el aire en sus salones. Hasta la escalera que une las dos cubiertas es tan impresionante que recuerda a las lustradas escalinatas de los barcos de 1920. Pues bien, económicamente hablando, el A380 es un desastre de similares proporciones.

Del exagerado interés que suscitó en las compañías aéreas de medio mundo se ha pasado a un lento goteo de peticiones, principalmente de Árabes aún encaprichados de este gigante de metal.

Ni una sola de las compañías aéreas de Estados Unidos ha comprado uno, y las aerolíneas japonesas, los mayores animadores de este nicho de mercado de super aviones, apenas se han hecho con unos cuantos. Airbus ha entregado 193 aviones A380 desde que se comenzara a fabricar, cuando predijo que se venderían unos 1.200 aviones de este tipo en poco más de dos décadas. Y sólo tiene 126 en su cartera de pedidos, trabajo para menos de cinco años.



Lo cierto es que las compañías están dejando totalmente de lado los superjumbos . Se verá el próximo 11 de julio en la feria aeronáutica de Farnborough, Inglaterra, donde se suelen anunciar los grandes pedidos. Y , según parece, hay pocos indicios de que se de a conocer algún contrato del A380.

Airbus reconoce que el tiempo del A380 se acaba. Está a la venta por unos 433 millones de dólares, pero casi siempre se vende con descuento. La crisis financiera golpeó la producción de este gigante igual que a los mercados, y los altos precios del petróleo han hecho que las aerolíneas se mostraran reacias a comprar este pájaro gigante de cuatro motores.



La empresa logró el año pasado alcanzar el punto de equilibrio en la producción, y ya reconoció que nunca recuperará los 32.000 millones de dólares que invirtió en su desarrollo. Zafar Khan, analista de Société Générale, dice que la preocupación es que si la producción cae por debajo de 30 aviones al año, el programa podría volver a ‘números rojos’.

Airbus dice que una década es un espacio de tiempo demasiado corto para determinar el destino final del aeroplano. Mientras que el consejero delegado de Airbus, Thomas Enders, afirmó en diciembre que la compañía evaluaría el futuro del avión “a sangre fría”, el jefe de ventas, John Leahy, se ha comprometido a continuar el programa. “El A380 está aquí para quedarse”, asegura. “Estamos manteniendo, innovando e invirtiendo en el avión”, añadió Leahy.

Al final veremos si esta impresionante aeronave es desplazada por otros aviones más económicos, más eficientes, más rápidos… Pero a buen seguro, menos glamurosos.


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